No es 2011 el primer año que se escucha eso de “el año de Foursquare”. Los servicios basados en geolocalización llevan siendo la gran promesa en esta cosa de las redes sociales. Sin embargo, ninguna red articulada en torno a este concepto ha conseguido aún mirar a las demás desde arriba con considerable holgura y ser utilizada por un público no iniciado en la cultura geek.. ¿Es el momento de Foursquare?
La eterna promesa de la riqueza y la abundancia. Suele ser norma de cualquier observador de los medios sociales establecer dónde se va a producir el próximo big bang. Parece que se entiende que, como Facebook se hizo tan grande en tan poco tiempo, el patrón se repetirá en otro proyecto y siempre se está mirando a alguien con avidez para marcarle con el hierro de ‘The next big no se qué“. Foursquare siempre ha estado sobre el trampolín y, ahora que los cambios que ha introducido en su nueva versión han sido sacados a la luz, la licencia de velocidad hiperespacial acaba de ser sellada para ellos.
Con un ecosistema con una tendencia cada vez mayor a la movilidad y, a su vez, a la contextualización de servicios teniendo en cuenta la localización, el impulso de Foursquare debería llegar de manera casi natural. Pero la pregunta es, ¿qué ofrece ahora la red social que la haga un caramelo para empresas y usuarios? Vayamos por partes, como diría Dexter.
Como contaba Techcrunch ayer mismo, la clave de cara a la explotación comercial podría pasar por el partenariado de la compañía con American Express, además del completo replanteamiento que ha sufrido la plataforma comercial de 4SQ, que se ha convertido en totalmente automática. Por extraño que parezca, la plataforma, hasta hace muy poco funcionaba con el jefe de desarrollo de negocio de la empresa, Tristan Walker, contestando al teléfono permanentemente. El primer paso era, claramente, establecer un sistema eficiente, al menos más eficiente que Walker, en el que una vez que un negocio es aprobado, pudiese utilizar la plataforma para crear y lanzar promociones de manera sencilla y rápida. Como añadidura, los negocios podrán llevar a cabo más de una promoción a la vez además de obtener estadísticas de las que no disponían con la antigua versión.
El segundo hito ha sido convertir el sistema en adecuado para grandes y pequeñas empresas de manera que tanto Starbucks como Mercería Loli pudieran aprovechar las ventajas que ofrece la aplicación. Según Foursquare, el servicio se ha convertido en utilizable por cualquier persona.
Cruzando la línea para mirar desde el lado del usuario, el panorama ha cambiado desde la filosofía de la app móvil hasta el diseño mismo de la interfaz. La sensación es la de una nueva interpretación de la direccionalidad de la comunicación entre aplicación y usuario, de la interacción entre ambos polos. En esta versión 3 de la app, se ha focalizado de manera rotunda sobre el factor de recomendaciones de la app, que anteriormente se limitaba casi exclusivamente a los consejos particulares cuando se hacía check in en algún lugar.
La opción de exploración se ha situado en el centro del menú de navegación de la app y han cobrado especial protagonismo las promos, o specials, algo que deberán agradecer con interés los ofertantes de dichas promos. Hasta hace una semana, para encontrar algún tipo de oferta, era condición casi necesaria armarse de mochila, casco y piolet y salir a buscar por esos océanos de directorios existentes según la posición. La situación ahora coloca a la app como un ‘consejero’ que anuncia los specials a menos de una distancia determinada y configurable. Se ha dotado de más visibilidad al componente lúdico de la app de manera que, en cada check in, el usuario verá su puntuación y clasificación en el ranking 4SQ.
En resumen, más facilidades para ofrecer promos atractivas a los usuarios, más sociabilidad y más recomendaciones en un entorno que se establecerá como cuasi ideal para aplicaciones como Foursquare. ¿Será suficiente para que este proyecto se coloque en la cima?
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